domingo, 3 de octubre de 2010

Desenfoque

¡Hola a todos!

Hoy es uno de esos días en los que, si en vez de madrugar no me hubiese levantado de la cama, no habría pasado nada. No me hubiese cundido más el estudio y, probablemente, habría disfrutado bastante más de la mañana del domingo. En vez de quedarme en la cama -cosa que no he hecho-, también podría haberme bajado a la playa. Pero es que ni ganas.

El viernes me cundió poco porque tuve mil interrupciones tontas, lo cual no tendría importancia si la mañana del domingo hubiese estudiado a tope. Pero no ha sido así. Porque ayer, que era mi día libre, terminé bastante hecha polvo (de ánimo). No por el estudio, ni por la oposición, ni por nada de eso. Pero el caso es que hoy no he dado pie con bola en todo el día.

En general, para cualquiera, opositor o no opositor, hay situaciones que no podemos permitir que nos afecten hasta el punto de dejarnos K.O. Primero, hay que intentar relativizarlas. Después, tanto si son graves como si no lo son, hay que tratar de resolverlas. Y, si no podemos resolverlas, entonces hay que conseguir, por todos los medios, que nos afecten lo menos posible y que no nos quiten la paz interior (por decirlo de algún modo). 
Eso es importante para cualquiera. Pero el tema deja de ser importante para convertirse en vital si resulta que de esa "paz interior", de equilibrio mental, de la capacidad para concentrarte exclusivamente en tu trabajo y dejar a un lado todo lo demás, de tu rendimiento y tu concentración diarios depende que el esfuerzo de cada día (de mucho tiempo) dé o no dé finalmente su fruto.

Está claro que todo el mundo, en el día a día, necesita rendir en su trabajo y ser capaz de concentrarse para hacerlo lo mejor posible. Algunos, porque tienen un negocio propio y, si no están en lo que están, terminarán por perder su clientela. Otros, porque si no rinden todo lo posible, terminarán por encontrarse "de patitas en la calle". Y otros,  porque si no están concentrados al cien por cien en lo que están haciendo, sencillamente, no pueden hacerlo. Ése es nuestro caso. Pero, en mi opinión, es aún peor. Porque, por muy importante que sea su trabajo, el que tiene un mal día y rinde menos porque ha tenido una bronca en casa, porque tiene un familiar enfermo o porque él mismo está enfermo ese día, si tiene un sueldo fijo, cobrará lo mismo a fin de mes, cotizará igualmente a la seguridad social... Incluso, si me apuras, podrá cogerse la baja, si no se encuentra bien. Si es un trabajador ejemplar y no tiene un déspota como jefe, si éste le ve mala cara, a lo mejor incluso le da una palmadita en la espalda. Pero, ¿qué pensaríais si alguien os cuenta que en su trabajo no cobra el día que se encuentra mal, el día que le duele la cabeza, que está triste o el día que no puede quitarse un problema de la cabeza? Pues algo semejante es lo que nos ocurre a nosotros: para nosotros, un día tonto, es un día que cobramos la mitad y un día K.O. es un día de pérdidas. Ese día no cobramos y, a lo mejor, incluso, no sólo no nos pagan, sino que nos quitan lo que cobramos el día anterior. Porque un día K.O. ni siquiera es un día de descanso, de reponer fuerzas o de desconectar. Un día K.O. es un día de tiempo perdido; pero también es un día de desgaste, que es casi peor.

Y no nos lo podemos permitir. Y menos, cuando lo que deberíamos hacer es estar dándolo todo. Porque, si no lo hacemos, si nos permitimos tener muchos días malos o muchos días "en blanco", no sólo nos quedaremos sin cobrar ese día, sino que tenemos muchos números para, al final, quedarnos sin nada.

Pero, ¿cómo evitarlo? ¿Cómo hacer para que nos "resbalen" más las cosas? De verdad que, después de 24 años de experiencia como no opositora y 6 como opositora no he conseguido encontrar la fórmula.

¿Aislarnos de todo? ¿Pasar de todo? ¿Mantenernos al margen de todo? No es posible... Primero porque, como ya he dicho en más de una ocasión, es imposible vivir en una burbuja; porque, por mucho que opositemos, la vida sigue -por suerte, todo hay que decirlo-. 
Pero, además, porque al menos yo, necesito tener cerca a la gente que quiero, que en algunos casos es la gente con la que más broncas tengo (no con todos, claro, menos mal...), y la gente que más quebraderos de cabeza me provoca. Pero también es gente a la que necesito sentir cerca. Así que, aunque sólo sea egoístamente, no puedo desconectar sin más.
¿Cómo encontrar el equilibrio? De verdad, que si alguno sabe cuál es la fórmula, me gustaría conocerla. Creo que para la gente como yo, con mi forma de ser, no la hay. Por lo menos, no hay una fórmula infalible. Es  inevitable, de vez en cuando, que después de tener un disgusto, al día siguiente no seamos capaces de hacer la "o" con un canuto. Pero se admiten consejos y sugerencias para mejorar. 

La vida sigue, es verdad, y hay que decir que no a muchísimos planes estupendos que van surgiendo. Pero eso de verdad que me resulta más o menos fácil hacerlo sin quedarme mal, por muy apetecible que fuera el plan. Una vez he dicho que no, me quedo estudiando y no me quedo pensando "vaya hombre, ahora podría estar haciendo no sé qué plan estupendo..." Sinceramente, no. Decido que no voy o decido que tengo que irme a casa temprano y aunque, evidentemente, preferiría otra cosa, tengo asumido que lo que toca es estudiar y lo hago. A eso he conseguido acostumbrarme y forma parte de la rutina diaria. Sin más. Puedo, incluso, obligarme a mi misma a que no se me vaya la cabeza a pensar en planes o cosas que tengo delante  próximamente y que me hacen ilusión, pero que pueden ser causa de distracción. Intento no pensar en ello sdurante la jornada de estudio y, con más o menos fallos, pero más o menos lo consigo.
Pero tener una determinada preocupación, haber tenido una bronca o haberme llevado un disgusto y, al cabo de un rato (o al día siguiente), ponerme a estudiar como si no hubiera pasado nada, eso no lo consigo. Es de ser subnormal, ya lo sé, pero es lo que hay.

Mi examen será la semana del 10 al 16 de enero. Sólo son tres meses. Pero, durante esos tres meses, de verdad, necesito "pasar" de todo lo que no sea estudiar sin distracción durante seis días a la semana. Y el séptimo (que no es el domingo, sino el viernes o el sábado) limitarme a descansar, desconectar y disfrutar de todo lo que no puedo hacer durante los otros seis días. Pero dejar fuera de mi vida todo lo demás. Las distracciones "negativas" durante toda la semana y las "positivas", seis días a la semana. No sé si lo conseguiré, pero tengo que lograr lo más parecido a eso. Y, desde luego, no puedo permitirme perder otro día como hoy.

En fin... Por suerte, mañana seguro que se me ha pasado. Y, de hecho, a lo mejor esta tarde todavía consigo, si no rendir al cien por cien, sí no pasarme K.O. todas las horas que debería estar estudiando.Y si no me centro, descansaré y me iré a dar un paseo. Porque todo tiene un límite y ya me he lamentado bastante por hoy.

Perdonad el tono de la entrada de hoy. Prometo que la próxima será "de otro color".  No puedo permitirme lo contrario :)

¡Besos y mucho ánimo a todos! ¡A los que en breve visitaréis el Supremo y a los que todavía lo tenéis más lejos! ¡Dadle duro, que no tenemos tiempo que perder!



13 comentarios:

Imogen dijo...

Mucho animo niña, que son tres meses de infarto pero luego vendrá la recompensa.

Yo en este sentido siempre lo he tenido claro. Si veo que no me concentro paro y punto, me pongo a hacer otras cosas que lo mismo tendría que hacerlas en otro horario y luego ya retomo el estudio aunque sea en horas que no están destinadas al mismo.
Me ha pasado muchas veces eso de decir: tengo que estudiar ahora sí o sí, no puedo perder el día...y al final lo acabas perdiendo porque no te acuerdas de nada de lo que has estudiado.

Besitos

Pichús dijo...

Muchísimas gracias Imogen... ¡ojalá tengas razón en lo de la recompensa! Lo otro que dices es totalmente cierto, merece la pena parar a tiempo cuando no cunde, antes de machacarte durante todo el día, despejarse y retomar el estudio más tarde. :)
Espero que tú estés bien y animada. Leí el otro día que ya eres una colegiada de las de verdad :) Seguro que, hagas lo que hagas, te irá bien, ¡eres un solete y te lo mereces! Estamos in touch! :)
¡Un beso muy fuerte!

Eraime dijo...

Hola!! Yo coincido con todo este post, a mi me pasa igual. Hasta se lo he dado a leer a mi madre!! xD
Me gusta mucho tu blog,al que llegué a través del blog de Mery, y espero que estés animada en esta recta final y que tengas mucha suerte en tu examen. Seguro que apruebas!! :D

Anónimo dijo...

Hola! Vamos, que la entrada de hoy me viene que ni pintada..me encanta leerte y hoy creo que puedo aportar mi pequeño granito: después de 9 años de opositora y 8 de relación, y a dos meses del examen, me encuentro con algo que ni siquiera podía imaginar: mi novio quiere un tiempo para reflexionar..(vamos, que yo intuyo lo que esto viene a significar..). Pues bien, yo estoy estudianto más que nunca y sólo por el mero hecho de no pensar en lo que acaba de pasarme..Espero aprobar (ya de una vez)y entonces "perder el tiempo" con un gran,gran disgusto (aunque con el aprobado será menos..). Un abrazo y mucha suerte para todos los que estamos aquí metidos.

Pichús dijo...

¡Bienvenid@s, Eraime y Anónimo!
Eraime, gracias por tus palabras, me alegro mucho de que te guste el blog y de leerte por aquí. Supongo que en cierta medida nos debe pasar a todos lo de vernos afectados por "el mundo exterior", porque a fin de cuentas, somos personas, y no podemos permanecer ajenos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Y más, a la gente que nos importa. Pero hay personas que sí que son capaces de separar más las cosas, de trabajar cuando hay que trabajar y concentrarse en ello, aunque les preocupe lo que sea, sin quedarse tan bloqueados como, por ejemplo, me ocurre a mí. ¡Si yo hubiera sido capaz de eso creo que hace años que habría aprobado! :D
Anónimo, desde luego, es un ejemplo lo que estás haciendo tú: ser capaz de separar las cosas, mantener la cabeza fría y seguir adelante. Una especie de "mañana lo pensaré", al más puro estilo "Lo que el viento se llevó." Lo digo en serio. No es porque no te importe lo que ha pasado, evidentemente, pero estás siendo capaz de separar las cosas, de dejar a un lado por un tiempo una situación como la que cuentas y ser capaz de meterte de lleno en el estudio. En cierto modo, es una buena "terapia" lo de centrarse a tope en el estudio y dejar aparcado el tema hasta que te encuentres en condiciones de enfrentarte a él. Me parece lo más sabio, pero también me parece admirable. Yo no sé si sería capaz pero, desde luego, pase lo que pase al final con tu novio, lo que estás haciendo es lo que más te puede ayudar. ¡Muchísimo ánimo, sigue adelante y a por el aprobado! Se solucionen o no las cosas con él, tendrás motivos más que sobrados para estar contenta y sentirte orgullosa.
¿Vais las dos a Judicatura? ¿A ti cuándo te toca más o menos, Eraime?
¡Muchísimo ánimo y un abrazo a las dos!

Eraime dijo...

Hola otra vez! :)
Gracias por la bienvenida! :)
Si, yo soy novata, llevo un añito recién cumplido. En Junio me presenté al test y no lo pasé, aunque me quedé bastante contenta con mi nota, porque con el corte del año pasado si que hubiera tenido opción de presentarme en el TS :D.
Espero aprobar el siguiente test, porque ya llevaré unas 3 o 4 vueltas por lo menos.
Y desde aquí espero leer vuestros aprobados!!!! :D

Anónimo dijo...

Hola de nuevo! Yo lo que estoy es desando pasar al famoso lado oscuro..(el de los fiscales)y espero que sea ya de una vez este año..¡¡ya me toca!!, que he pasado por todas las experiencias posibles: no cantar, cantar todo y no aprobar, cantar todo y aprobar (y luego suspender el último) y retirme voluntariamente..así que este año me toca cantar, cantar y aprobar. Y para esto hay que estudiar, estudiar y estudiar..(y un poquito de suerte, aunque en esto es mejor no confiar), así que lo dicho: ¡a estudiar!

PUCELANO dijo...

¡¡Hola Pichús!!¿Qué tal estás a día de hoy? Espero que hayas ido superando, poco a poco, ese bache que relatas en tu entrada. En fin, qué decirte, que creo que a todos nos pasa lo mismo: es imposible que los disgustos del día a día no nos afecten, porque, ante todo, somos personas, y así debe ser. Sí es cierto que en ocasiones pecamos de "cabezones", y no nos permitimos un descanso cuando, objetivamente, sería lo mejor. Mira, Pichús, soy un gran aficionado al ciclismo, y te haría el siguiente paralelismo: Pretender estudiar,después de haber tenido una discusión o un disgusto con alguien, al mismo ritmo y con el mismo rendimiento que de ordinario equivale a intentar subir el "Mortirolo" con un desarrollo para el terreno llano. Inevitablemente te vas a "clavar" y te va a sobrevenir una pájara de campeonato. Y, aunque posteriormente pretendas retomar el ascenso ya con un desarrollo adecuado, no vas a poder. ¿Porqué? Porque te has desfondado intentando lo imposible. Por eso, es preferible que esos días, desde el principio, "cambies de desarrollo" y aproveches el día en la medida de lo posible.

¡Muchísimo Ánimo y un Abrazo muy fuerte!

Pichús dijo...

Claro que sí, Anónimo!! a estudiar, a cantar, a cantar y a aprobar!!! :) Ése es el espíritu. Tenemos que confiar, tenemos que creérnoslo, aunque a veces sea difícil. ¡Un abrazo y mucho ánimo!

Puce, mil gracias :) Me gusta ese símil tuyo con el ciclismo y la pájara inevitable, has descrito mi situación de los últimos días. Creo que estoy empezando a remontar, pero la verdad es que parece mentira. Sé que a todos nos afectan los disgustos del día a día, pero a veces creo que yo me paso un poco :)
En cualquier caso, lo dicho: me ha gustado mucho el símil. En general, las comparaciones con actividades tipo ciclismo, montañismo, senderismo... y deportes de muchas clases con la oposición, suelen funcionar bastante. De hecho, en general, las comparaciones entre el deporte y tantas situaciones de la vida. Yo pienso muchas veces que siempre, después de una subida dura, de esas que te dejan sin aliento, siempre hay recompensa. Bien porque llegas a tu destino o bien, simplemente, porque hay una vista que merecía la pena el esfuerzo. Y, aunque sólo sea por lo bien que sabe un trago de agua ahí arriba, ha merecido la pena. Y eso es aplicable no sólo a la opo, claro.
En realiad, con todo este rollo mío creo que me he ido un poco del tema, pero al hablar de las comparaciones deportivo-opositoriles, me ha venido a la cabeza... Y, como cuando me pongo a hablar no tengo límite, pues ya ves... :) A fin de cuentas, en cierto modo siempre pienso que los opositores somos como atletas de cara a las olimpiadas, o algo así... :)) Mejor lo dejo ya, que se me está yendo la olla ya del todo. ¡Un beso fuerte, Puce! No sabes cuánto me alegro de leerte por aquí otra vez y con tan buenas noticias! Por cierto, ¿en qué tribunal te toca?

PUCELANO dijo...

Jeje, ya veo que cuando te pones a hablar no tienes límite:-).Pero como lo que dices es muy interesante, no problem;-). Me toca en el Tribunal 6. Un besote fuerte!

Anónimo dijo...

Hola de nuevo! (soy el anónimo, al final voy a tener que ponerme nombre..) Pucelano tiene razón con su ejemplo del ciclista (para eso da muy buenos consejos en su blog), pero en mi caso, y a estas alturas de la oposición, no me queda otro camino que llegar al Mortiloro, por seguir el ejemplo :),y una vez allí darme el disgusto.. Está claro que las fases de duelo hay que pasarlas, tampoco me voy a engañar diciendo lo contrario, pero a veces hay que sacar fuerzas de dónde parece que no las hay.. Bueno, ya corto el rollo, que si me dan cuerda voy a convertir tu blog en mi consultorio sentimenteal..Saludos. (Por cierto, yo también voy al Tribunal 6)

Anónimo dijo...

Anda que yo también he bautizado al puerto..Mortirolo quería decir, y no Mortiloro..

Pichús dijo...

Anónimo, escribe todo lo que te apetezca, me alegro de leerte por aquí!
Yo creo que sí, que Puce tiene razón, pero es que tú no te encuentras en esa situación. Tú has recibido un buen revés, pero te sientes con fuerza para seguir adelante. Tal vez cuando llegues al final del camino te saldrá gran parte del dolor y del cansancio que ahora has sabido dejar a un lado para continuar. Como el que continúa caminando pese a estar lesionado porque la necesidad de llegar al final es mucho más fuerte que el dolor... Pero el hecho es que has podido seguir adelante y en ello estás! Muchísimo
ánimo! Espero seguir leyéndote por aquí, a ser posible con
nombre...! ;) pero vamos, como tú prefieras! Un abrazo

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Durante los últimos años, OPOSITORA A JUDICATURAS (¡ojalá que por poco tiempo!). Pero en los ratos libres intento seguir siendo YO.
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"Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el baston. ¡Pero nunca te detengas!" (Teresa de Calcuta)


"A la larga el éxito es más fácil que el fracaso. Sencillamente, consiste en saber lo que se quiere, en saber hacerlo y en tener la persistencia y la determinación de lograrlo" (B. Bailey)


"Si puedes soñarlo, puedes hacerlo" (Walt Disney)


"Si piensas que puedes, tienes razón y si piensas que no puedes, también tienes razón."


"El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños" (Eleanor Roosvelt)


"El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que apuntemos demasiado alto y no demos en el blanco, sino que apuntemos demasiado bajo y acertemos" (Miguel Ángel)


"No podemos descubrir nuevos océanos a menos que tengamos el coraje suficiente para perder de vista la costa" (Anónimo)


"Los muros existen por alguna razón. Y no es para mantenernos fuera, sino para darnos la oportunidad de demostrar hasta qué punto queremos algo. Y para frenar a quienes no lo desean suficientemente." (Randy Pausch)

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