lunes, 13 de septiembre de 2010

We can do it!

¡Hola a todos!

¿Cómo estáis? ¿Cómo van los ánimos?

Llevo un mes entero sin escribir, pero es que, de verdad, el verano ha sido de locos y durante las últimas semanas me impuse a mí misma una restricción de uso del ordenador aunque sólo fuera para paliar la pérdida de tiempo ocasionada por tantas otras cosas, y para intentar centrarme al menos un poco más. Entre unas cosas y otras, ha sido uno de los veranos más raros de mi vida.

Ahora, por fin, pasada la boda de mi hermana y la resaca correspondiente (que duró días), puedo decir que estoy de verdad !en el buen camino". Mejor que hace muchísimo tiempo.

Si repaso uno por uno los buenos propósitos de mi última entrada, en plan "Diario de Bridget Jones", problemente terminaría sintiéndome frustrada. Algunos los he cumplido. Otros no he llegado a cumplirlos pero el intento de conseguirlos ha supuesto ya de por sí una mejoría. Y otros, símplemente, se quedaron en eso: en buenos (e incumplidos) propósitos.

Sin embargo, desde mi última entrada hasta ahora, las cosas han seguido cambiando a mejor para mí.

La publicación del calendario de exámenes fue, desde luego, definitiva. Me quedan aproximadamente cuatro meses para el examen, que es más de lo que en principio esperaba. Y eso, después de lo poco que me ha cundido el mes de agosto, ha sido una inyección de moral.
Creo que, en gran medida, gracias a eso he visto por fin que, de verdad, tengo posibilidades de conseguir mi objetivo. Que, claro está, es aprobar la oposición pero, primero, aprobar el segundo examen, que es el que tengo más cerca y requisito sine qua non para pasar el último examen.
El caso es que esta vez, de verdad, creo que puedo conseguirlo y eso me está haciendo subir como la espuma. 

También es verdad que si ahora estoy rindiendo no es, ni mucho menos, gracias a la fecha ni al dichoso calendario de exámenes ni a un momento de inspiración divina. 
Es el fruto (o eso creo yo) de muuuuchos meses de esfuerzo, de caer un día sí y otro también y volver a levantar pese a no tener confianza en mí ni en "el éxito de la misión" y de fracasar una y otra vez en los objetivos propuestos.  Pero el caso es que gracias a no haber tirado la toalla, pese al rendimiento casi nulo de tantos meses, aquí estoy :) 

Y, que conste: eso de "no tirar la toalla" en muchas ocasiones se debe a la tenacidad, a la seguridad de que vamos por el camino correcto. Pero también en algunos momentos se ha debido (al menos en mi caso) a que si no es por el camino que teníamos trazado, no sabemos por dónde tirar. Y, simplemente, seguimos adelante porque es lo menos complicado, no porque seamos unos valientes. Por eso y porque otras personas que están a nuestro alrededor y que nos quieren no nos dejan saltar del barco y huir a nado. Precisamente porque confían mucho más que nosotros en que podamos llegar a buen puerto.

Sea como sea, el caso es que hoy he ido a cantar después de tres días de estudio intenso de verdad. Creía de corazón que no iba a volver a ser capaz de estudiar como estoy estudiando estas últimas semanas. Creía que, si alguna vez aprobaba, si conseguía llegar a la meta, sería arrastrándome y por pura casualidad. Pero que no volvería a verme a mí misma con ilusión estudiando los temas de siempre. Y mucho menos con confianza. No ya en mí, sino en las posibilidades de aprobar. 
Y, vamos, lógicamente, sé que es posible que no apruebe. Pero últimamente, cada vez más, parece que a lo mejor no es tan imposible como parecía. 
Esta vez siento que, de verdad, merece la pena dejarse la piel porque a lo mejor en esta ocasión sí que sirve para algo más que en las ocasiones anteriores. ¡Ojalá sea así!

En cualquier caso, el haber recuperado la ilusión y las ganas que tengo ahora mismo para mí ya supone una alegría tremenda. Durante mucho tiempo mi ánimo había ido decayendo. Por unas cosas o por otras, el caso es que durante demasiado tiempo no ha habido manera de rendir al cien por cien (¡¡¡a veces ni al uno por cien!!!) Y mi ánimo, mi confianza y mi autoestima han ido bajando poco a poco... pero cada vez más profundamente, al fondo de un hoyo del que no creía que fuera capaz de salir. Estaba convencida de que, definitivamente, los seis años de oposición habían quemado mis ganas, mi espíritu y mi capacidad de concentración. Pero resulta que no... porque mi ritmo en los últimos meses ha ido aumentando poquito a poco y ahora noto que, por fin, soy cada vez más "yo"

Así que, si alguien se ha sentido así en algún momento (que me consta que sí), que piense que ahí debajo de toda esa apatía, de toda esa falta de entusiasmo sigue estando lo mejor de nosotros mismos, que conservamos todas nuestras aptitudes, a las cuales hemos de sumar, además, la experiencia de estos años que no puede haber caído en saco roto, aunque a veces nos parezca que este tiempo no ha supuesto más que puro desgaste de nuestras mejores cualidades.

Ayer se lo decía a mi novio: creía que no iba a volver a ser capaz de estudiar como estoy estudiando ahora. Me contestó que él confiaba plenamente en mí y en que lo conseguiría, que no le cabía ninguna duda de que podía hacerlo. Y (como ya me ha dicho millones de veces), que estaba convencido de que en el momento en que yo confiase también en mí, aprobaría la oposición.

Desde luego, no sé si este cambio de ánimo me conducirá a un resultado distinto del que he obtenido hasta ahora. Pero lo que sí sé es que este cambio no es fruto de un subidón post-cante, sino que se ha ido produciendo paulatinamente. Y, pase lo que pase, por lo menos ahora me siento bien. Encuentro sentido a cada día y tengo ilusión por cumplir el plan. Y, si bien es cierto que eso simplemente no es garantía del éxito, estoy convencida de que con esa moral tengo más probabilidades de llegar a buen puerto. Y si, aun así, no llego, tendré la tranquilidad de haber puesto toda la carne en el asador.

Hace unos días me llegó un póster que encargué por internet. Es una copia de un cartel de 1942 que hizo un ilustrador norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial, motivando a las mujeres a trabajar en las fábricas ante la escasez de hombres, que se encontraban en el frente. Yo esto no lo sabía, lo averigüé hace poco. Hasta ahora, para mí esa imagen no era más que el avatar de una compañera (Loira) del foro (si no me equivoco, acaba de empezar en la Escuela Judicial).  Y esa imagen me recordaba a ella, a su fortaleza y a su tesón, que siempre he admirado.
La imagen en cuestión, por lo visto, terminó por convertirse en un icono feminista, aunque no es por eso por lo que compré el póster y por lo que decidí colgarlo en la pared en la habitación donde estudio. Después de todo lo que os he dicho ya, tampoco hace falta explicar mucho más, ¿no?




¡Muchísimo ánimo a todos! ¡Un abrazo y que no decaiga!



11 comentarios:

Mery dijo...

Me alegra leerte tan positiva y animada! Eso ya es medio aprobado, ahora solo falta deslumbrar a sus Señorías;)
Un besazo y sigue así!

Pichús dijo...

¡Gracias, Mery! No sé si será medio aprobado, pero por lo menos el día a día es más llevadero... ¡A ver si hay suerte! :)
¡Un beso grande y muchos ánimos!

Imogen dijo...

Ahi estamos, con ese espíritu se aprueba fijo, ya verás como este año da sus frutos finalmente.
Mucho ánimo!!!

Anónimo dijo...

Esto huele a ...... APROBADO!!!!

Ruth

Luisa dijo...

Hola wapiiisima : )

Qué alegría volver a verte por aquí, me tenías preocupada!!! Me alegra mucho verte tan animada y sobre todo tan ilusionada, que es lo más importante de todo...recuperar la ilusión y las ganas de hacer las cosas lo mejor que uno pueda, son las claves para aprobar esto.Bueno, también saberse los temas, sacrificarse, etc...pero creo que en tu caso todo eso ya está hecho!!! Así que dale duro, remata la faena, y unos meses ya tienes el primer oral en el bolsillo.

Yo estuve mirando el calendario para ver cuándo te tocaba y vi que era una buena fecha!!! Seguro que te va genial!!

Y a ver si nos vemos prooonto!!

Si queres quedamos algún día después del cante! a mi me viene mejor los lunes q los jueves, pero vamos como a ti te venga bien ok???

mIL BESOS Y MUUUCHO DE ESE ÁNIMO QUE TÚ YA TIENES!!! :)

julita dijo...

Me alegro de ver esta entrada de inyección de optimismo, este es el camino y si sigues así, que seguiras veremos tu nombre en la lista de aprobados. Animo

eva dijo...

Hola guapísima, finalmente me has hecho llorar...No sabes lo que me puedo idenfitifar contigo, sobretodo cuando dices que durante un tiempo no has rendido ni al 100% ni siquiera al uno...

Yo, me siento así y no sabes lo difícil que se está haciendo la tarea de salir del hoyo...Y, como has escrito en el post de mery, ya no tengo ganas de serguir fingiendo que oposito...

Necesito remontar porque, como dice una compañera, los años pasan y ni te das cuenta. Este es mi tercer año y me da la sensación de haber perdido todo lo hecho por el camino.

Es tiempo de ponerse las pilas, de pasar veerguenza ante el preparador, de pedir confianza y sobretodo CREER EN TI.

¿Cómo has salido del hoyo? Yo no se como hacerlo...

Besos guapa y yo también quiero ese póster!!!

Pichús dijo...

Imogen, Ruth, Julita... ¡muchísimas gracias...! ¡Ojalá tengáis razón! La verdad es que hay días en que creo más que otros en la posibilidad de aprobar, pero hay que estudiar a tope y no darle vueltas. Sólo confiar en que podemos lograrlo, sin cuestionárnoslo, y darlo todo. Fácil de decir... :D
¡Muchísimo ánimo para vosotras también! ¡Un beso muy fuerte!

Luisa, guapísima, ¡muchas gracias por todo! Siento haber estado tan "out" esta última temporada. Contesté a tu última entrada con siglos de retraso, ¡porque no la había visto! De hecho, yo también estaba preocupada por ti :))
Hablamos para quedar, tengo ganas de verte y de que me cuentes que tal tu viaje!!
¡Un beso muy fuerte!

Pichús dijo...

Eva... es complicado dar un consejo cuando uno mismo tiene tanto por recorrer en ese terreno. No sé si yo soy la persona más adecuada para dar consejos porque para mí esto ha sido una lucha constante desde que empezó. Estoy convencida de que lo más importante es eso último que dices: lo de creer en ti. Y lo más difícil para mí :)) Pero me temo que eso es una cuestión vital, no opositoril. Es una cuestión de actitud en la vida: a muchas personas nos cuesta creer en nosotros en general y, evidentemente, la cosa no cambia de cara a la oposición. Lógicamente, solucionar eso requiere mucho trabajo personal con uno mismo y es difícil cambiarlo por completo. Pero eso no significa que no podamos llegar a buen puerto.
En el tema "oposición", que es lo que ahora nos interesa, supongo que lo importante es conseguir salir del círculo vicioso para entrar en un círculo "virtuoso". El círculo vicioso sería algo como esto:
Intento estudiar pero no me cunde; no me cunde, luego no estudio; no estudio, luego me siento culpable; como me siento culpable, me flagelo psicológicamente y me digo una y otra vez lo inútil que soy y lo mal que lo estoy haciendo; como me siento culpable, vuelvo a intentar estudiar (incluso lo intento en momentos en los que lo que debería hacer es descansar); pero, como después de lo anterior estoy más desgastada psicológicamente de lo que lo estaba al principio, evidentemente, NO ME CUNDE. Y vuelve a empezar todo, pero cada vez con mayor merma de la autoestima y de la capacidad de concentración...
Todo eso, además, si se prolonga suficientemente en el tiempo, va acompañado de momentos en los que, inevitablemente, te cuestionas si deberías estar opositando o no, piensas en alternativas... y mientras lo haces, mermas tus fuerzas para lo que, al mismo tiempo, intentas cada día: no puedes estudiar con convicción y confianza si al mismo tiempo estás pensando en otra cosa. En fin... un desastre. Un hoyo cada vez más profundo.
¿Cómo romper ese círculo?
Es difícil, pero no imposible, supongo. De un día para otro es imposible cambiar el chip: no esperes que, porque has decidido es es momento de cambiar de etapa, a la mañana siguiente vas a amanecer con la ilusión, con la confianza en ti misma y la fuerza suficientes como para devorar todos los temas que crees que deberías estudiarte. No esperes eso. Es necesario un proceso más lento de lo que nos gustaría, ir creciendo, aumentando el ritmo poco a poco hasta poder subirte al tren.

Pichús dijo...

Continúo...
Primero, es necesario analizar la situación desde la base. Recordar por qué te metiste en esto y cuál es tu motivación última. Recordarte los motivos por los que estás aquí y ser consciente de que si sigues en ello no es porque no tienes más remedio, sino que lo haces porque es lo que quieres hacer. Esto es muy importante y se nos olvida constantemente.
Después, analiza qué condiciones externas te resultan desfavorables en el día a día para llevar un buen ritmo: si algo nos suele distraer, evitarlo. Cada uno se conoce mejor que nadie.
Es muy importante, además, llevar un horario lo más estricto posible, no en cuanto al número de horas de estudio, sino en cuanto a todo: hora de levantarte, de ponerte a estudiar, de parar a comer, de seguir estudiando, de irte al gimnasio y de irte a dormir. No te limites a fijar ese horario mentalmente: ponlo por escrito y tenlo visible en tu lugar de estudio. Mantener un orden es vital para recuperar el ritmo y dejar de estar tan perdido. Y en ese horario no olvides introducir momentos de descanso. El día libre es sagrado, pero los momentos de descanso a lo largo del día, también. Premiate: aunque no te haya cundido, tienes derecho a ese descanso de última hora. Sobre todo, cuando no estás estudiando de cara a un examen. Si no te ha cundido durante el día, no te machaques a última hora, porque lo que deberías hacer es desconectar y reponer fuerzas para mañana.
Hazte un plan de estudio, no sólo en cuanto a número de horas de estudio, sino de temas. Márcate objetivos realistas al principio. No te exijas el número de temas que te gustaría llevar, sino, pensando en tus circunstancias y en la época anterior, cuál es el número de temas que, aunque a cualquiera le parecería insignificante, hace tiempo que no eres de estudiarte como dios manda. No puedes pasar del 0.9% al 100%. Si estás rindiendo al 0.9%, proponte aumentar al 10%. Incluso el 5% ya es más de lo que estabas consiguiendo hasta ahora.
Y, ponte manos a la obra.
Seguramente fracasarás, y no sólo una vez. Pero vuelve a intentarlo. Si es posible, analizando la razón del fracaso y haciendo propósito de enmienda.
Al final conseguirás pasar del 0.9 al 10% que te habías propuesto. Y, cuando lo hayas conseguido, entonces siéntente orgullosa de ti misma. Igual que si sólo consigues el 5%: has subido un peldaño, cuando hasta ahora ibas hacia abajo en caída libre, así que has conseguido mucho y ésa es la base para seguir mejorando: has conseguido avanzar y eso te motiva para seguir avanzando. No te compares con los demás, sino contigo misma. Sin darte cuenta, te habrás subido al tren y cada vez rendirás más, porque tus pequeños avances servirán de motivación para dar un paso más cada vez. Y eso aumenta la autoestima, te hace crecer.

Pichús dijo...

Y ya termino...
Aun así, probablemente no llevarás el ritmo que te gustaría estar llevando. Pero, aunque sea más despacio de lo que querrías, el hecho es que estás avanzando y eso son ganancias que vas acumulando, aunque sea céntimo a céntimo. Intenta superarte constantemente, pero si no consigues hacerlo mejor, no te tortures: sigue valorando tus logros, premiándote y llevando un ritmo lo más ordenado posible. Aunque tú creas que vas despacio, no te canses de insistir, sigue intentando superarte cada día, aunque tropieces una y otra vez con la misma piedra. Estás avanzando y no estás perdiendo el tiempo: vas recorriendo el camino poco a poco.
Según mi experiencia, llegará un momento en que algo cambiará (nunca es todo negro durante todo el tiempo): bien porque personalmente tu situación cambia, bien porque tú, interiormente te sientes mejor, has encontrado la motivación que te faltaba y has superado la mala racha. O bien porque, finalmente, consigues un logro que te hace capaz de estudiar como no sabías que eras capaz: aprobar el primer examen. Y ahí estoy yo... pero hay compañeros que han llegado mucho más lejos que yo y que, después de caer en hoyos tan profundos o más que el tuyo o el mío, han conseguido llegar a la meta. Acuérdate de la entrada que escribió Sara.
Hay gente que tiene una voluntad de hierro, buena cabeza y, además, mucha suerte, de manera que, desde que empieza en la oposición, no conoce lo que es una crisis de las gordas... Estudia diez horas al día, su vida personal es estable y sin sobresaltos, no hay nada que altere su ritmo... y todo sigue así durante varios (pocos) años hasta que se presenta y saca la oposición. Con esfuerzo, pero casi sin ningún tropiezo. Conozco (muy de cerca) a una persona así. Pero eso no es lo normal.
También hay gente que, tras numerosos baches, crisis o incluso pausas a lo largo de la oposición, consigue aprobar 10 o 12 años después. Eso tampoco es lo normal, porque el común de los mortales se rinde antes de llegar hasta ahí. Se trata de personas con un aguante excepcional, con las ideas muy claras que, pese a haber tenido la suerte en contra una y otra vez y pese ha haber pasado crisis duras durante toda la oposición, sigue adelante hasta conseguir el objetivo. Incluso aunque la gente de su entorno hubiese dejado de creer en sus posibilidades.
Luego están los que aprueban tras 5, 6 años... que son la mayoría de opositores (en algo así está la media de años de preparación, de hecho). Y que, para llegar hasta ahí, también han tenido que pasar por numerosos avatares personales, por situaciones de falta de motivación...
Los tres grupos tienen una cosa en común: han aprobado la oposición.
Evidentemente, todos preferimos lograrlo cuanto antes mejor. Pero lo que quiero decir es una cosa: por muy mal que te veas, no creas que eres "lo peor". Muchos de esos que hoy son jueces y fiscales pasaron por la misma situación. Y si lo superaron, tú también puedes.
En fin, hija... si necesitas cualquier cosa, aquí me tienes. No sé si semejante rollo te servirá de algo, pero bueno :)
¡Muchísimo, muchísimo ánimo! No desesperes y haz cada día todo lo que puedas. Aunque sea poco, es mucho mejor que nada. Y ese "poco" es un "mucho" cuando cuesta tanto esfuerzo conseguirlo.
¡Ojalá tengamos todos un poco de suerte! ¡Un abrazo!

Quién escribe

Mi foto
Pichús
Durante los últimos años, OPOSITORA A JUDICATURAS (¡ojalá que por poco tiempo!). Pero en los ratos libres intento seguir siendo YO.
Ver todo mi perfil

"Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el baston. ¡Pero nunca te detengas!" (Teresa de Calcuta)


"A la larga el éxito es más fácil que el fracaso. Sencillamente, consiste en saber lo que se quiere, en saber hacerlo y en tener la persistencia y la determinación de lograrlo" (B. Bailey)


"Si puedes soñarlo, puedes hacerlo" (Walt Disney)


"Si piensas que puedes, tienes razón y si piensas que no puedes, también tienes razón."


"El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños" (Eleanor Roosvelt)


"El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que apuntemos demasiado alto y no demos en el blanco, sino que apuntemos demasiado bajo y acertemos" (Miguel Ángel)


"No podemos descubrir nuevos océanos a menos que tengamos el coraje suficiente para perder de vista la costa" (Anónimo)


"Los muros existen por alguna razón. Y no es para mantenernos fuera, sino para darnos la oportunidad de demostrar hasta qué punto queremos algo. Y para frenar a quienes no lo desean suficientemente." (Randy Pausch)

¿Alguien me lee?

Quiénes vienen por aquí