viernes, 28 de mayo de 2010

¡Bienvenidos al día de la marmota! (otra vez)

¡Hola a todos!

Llevo un par de semanas sin escribir, pero me da la sensación de que hace una eternidad que no actualizo. Supongo que en esta semana han pasado muchas cosas (en general muy buenas), he tenido alguna sorpresa (también muy buena) y, al mismo tiempo, tengo ya un nudo en el estómago pensando en el examen, que está ahí, y en que el tiempo se me ha echado encima. De todos modos, no siento un estrés "paralizante", sino todo lo contrario: el típico estrés "sano" que te mantiene con la suficiente tensión como para aprovechar al máximo cada día. Así que, por esa parte, bien.

¡El test ya está ahí...! ¡Otra vez! Porque, aunque algunos de vosotros vais por primera vez, yo, personalmente, prefiero no contar las veces que he ido. Os lo prometo, el año pasado, cuando me despertó mi novio por la mañana para ir al examen mi saludo de buenos días fue: "bienvenidos al día de la marmota." Para quienes no lo sepáis, esa frase es de una película, "Atrapado en el tiempo", en la que Bill Murray encarna a un periodista que se encuentra, por alguna razón, atrapado en un mismo día. Se acuesta por la noche y a la mañana siguiente es otra vez el mismo día: el día en que tiene que retransmitir por televisión el festival del Día de la Marmota que se celebraba en no sé qué pueblo perdido. Y todas las mañanas volvía a despertarse de nuevo en el mismo hotel y, al sonar el despertador y mirar el calendario, resulta que volvía a encontrarse exactamente exactamente en la misma fecha que el día anterior... y un rato después ya está otra vez ahí, con el micrófono, volviendo a repetir la frase: "bienvenidos al día de la marmota" (o algo así). Y ese fue mi sentimiento nada más volver a abrir los ojos otra vez en de Barcelona: "otra vez aquí, en el mismo hotel, a hacer el mismo examen..."
 

La verdad es que hasta esa mañana no se me había ocurrido el paralelismo entre mi vida y el de "Atrapado en el tiempo", pero desde el año pasado me he acordado más de una vez. De todas maneras, mejor no pensar mucho en ello :)

El otro día, hablando con Luisa, que es la primera vez que se presenta, me doy cuenta de la "falta de intriga" que tiene para los "veteranos" el test, lo cual es un punto a nuestro favor, claro, porque al menos no tenemos el miedo a lo desconocido que tiene el que se presenta por primera vez. Como es normal, Luisa no tenía ni idea de la hora del examen, ni dónde hay que hacerlo, ni cómo funcionan los llamamientos... Y a mí es que ni se me había ocurrido que no lo supiera, ¡porque yo ya me sé el camino al lugar del examen casi tan bien como el camino a casa del preparador! (Aun así, todo hay que decirlo, en el día D me suelo poner de los nervios y quiero ir con antelación, por si acaso...)
Aquí tenéis una foto (un poco friki) que hicieron mi hermano y mi novio hace dos años, que fueron antes que yo al lugar del examen para encontrar rápido el aula en el que me tocaba:

¿Es friki, eh? Espero que, aun así, no llegue a resultar enfermizo :) Además, a quienes os toque examinaros en Barcelona y no seáis de allí, a lo mejor os resulta útil el mapita.

De todos modos, no penséis, ni mucho menos, que yo le quito importancia a este examen ni que se me da especialmente bien. Al contrario. Hace tres años lo aprobé bastante holgadamente. Y, al año siguiente, hace dos convocatorias, suspendí. ¿Por qué? Pues mira, cosas que pasan... ¡Y ojalá pudiera deciros qué es lo que hice mal para que no os pase, porque así también sabría qué hacer para que no me volviera a ocurrir a mí! Pero bueno. El año pasado lo aprobé, salí del examen bastante contenta y, finalmente, me fue fenomenal.

Lo que sí puedo aconsejaros en cuanto a la forma de hacer el examen es que vayais dándole pasadas. Es decir:

En una primera vuelta, id leyendo las preguntas con atención y contestando todas aquellas preguntas que no os ofrezcan ninguna duda. Leedlas bien, fijáos mucho y contestad directamente en la hoja de respuestas. Esas preguntas ya no las volváis a mirar: si las habéis respondido así y lo habéis hecho sin lugar a dudas, lo más probable es que sean preguntas acertadas. Y si, una hora después, con todo el cansancio y el estrés, volvéis a repasarlas y decidís cambiar alguna, es altamente probable que os equivoquéis o que empecéis a dudar, porque ya no tenéis la mente tan clara como nada más empezar el examen (eso sí, insisto: siempre que vayáis contestando con calma y leyendo atentamente las preguntas).
En la segunda leída, pasando ya de las preguntas contestadas, volved a fijaros en cada una de las restantes. Probablemente en esa segunda vuelta encontraréis preguntas cuya respuesta también conocéis perfectamente y tenéis clarísima, pero que no visteis claras en la primera leída. Contestadlas, una vez las tengáis claras y bien leídas, también en la hoja de respuestas.

Además de contestar en la hoja de respuestas directamente las preguntas que tenéis bien claras, id apuntando, marcando y rayando lo que necesitéis en la hoja de las preguntas, sea señalando las que son dudosas o tachando las que, por cualquier motivo, no tenéis ni idea de cómo responder. Así, visualmente os resultará más rápido ver cuáles son aquellas con las que no hay que perder tiempo, porque no váis a contestarlas en ningún caso, y aquellas otras en las que sí tenéis que pensar.

En cuanto a las que siguen siendo dudosas, claro, aquí viene el problema: ¿arriesgar o no arriesgar? Esa es la cuestión... Yo creo que depende de varios factores. Sobre todo, de las posibilidades con las que vas al examen, pero también del número de preguntas que tienes respondidas con certeza de haberlo hecho bien, del grado de duda que te ofrezcan las que no sabes si responder...

Si es la primera vez y vas con pocos meses de preparación únicamente "por probar", no pasa nada si arriesgas un poco más. Pero yo soy de la opinión de que si, realmente, llevas tiempo estudiando y tienes ya cierto "bagaje", entonces confía en ti y arriesga lo menos posible. Piensa que si tú llevas tanto tiempo con esto e, incluso, has aprobado en otras ocasiones, lo normal es que vuelvas a hacerlo ahora. Y no te agobies si cuentas las preguntas y ves que las únicas que sabes con certeza  son, por ejemplo, 50 preguntas. Si las otras, realmente, no las tienes claras, probablemente sea mejor no jugársela. Que te parezcan pocas no importa. Piensa que, lo más lógico, si tú no sabías la respuesta de más preguntas,  es que la mayoría de los otros compañeros tampoco sepan muchas más que tú. Y, en definitiva, aquí lo que cuenta es eso: lo que hacen los demás opositores en su examen, que es lo que determina que la nota de corte sea una u otra.
Los primeros años en que se hizo el test, con 50 puntos no llegabas ni de cerca a la nota de corte (el primer año creo que fue sobre un 80), pero luego, con la introducción de las preguntas de procesal y la forma de plantear las cuestiones, la nota ha ido bajando y, en los últimos años, con 50 puntos tienes de sobra para aprobar.
Si, aun así, estás convencido de que el examen no ha sido difícil, sino que lo que pasa es que tienes un mal día y que te vas a quedar por detrás del resto, arriesga siempre con cierta sensatez. No contestes preguntas de las que no tienes ni idea. Arriesga, pero razonando y también confiando en ti mismo, porque sabes más de lo que crees y hay preguntas de materias que a lo mejor no has repasado y te da miedo responder porque hace tiempo que no las miras, pero en realidad, instintivamente sabrías cuál es la respuesta y dejarla en blanco es perder un punto con algo que habrías sabido contestar perfectamente.

Por cierto, lo de contestar directamente en la hoja de respuestas hay gente que considera que no es la mejor opción, pero en mi opinión sí es lo mejor, teniendo en cuenta que, entre otras cosas, si contestas en la hoja de preguntas y luego vas justo de tiempo, tendrás que copiar las respuestas con prisas en el último momento y puede que no te dé tiempo de terminar, que te equivoques en alguna al copiarlas, que las copies todas mal por saltarte una... O que, en el mejor de los casos, simplemente, te pases un mal rato porque no sabes si no te va a dar tiempo a copiar las respuestas.
A mí siempre me han recomendado hacerlo así y, sinceramente, me parece lo mejor. Sobre todo, siguiendo la política de ir contestando las que sabes con certeza en primer lugar y no volver a repasarlas.

En fin... todo esto creo que me lo voy a imprimir y me lo voy a repetir a mí misma. Porque algunas de estas cosas las he aprendido a fuerza de golpes. Otras, gracias a buenas experiencias, pero vamos, que es difícil mantener la cabeza fría mientras estás ahí y empiezas a leer preguntas que, de entrada, no sabes contestar. Al menos para mí es complicado. Y, pese a haberlo hecho tantas veces y pese a que la gente considere muchas veces que no es difícil, a mí el test, sinceramente, me sigue dando miedo. ¡Ojalá haya suerte!

Por lo demás... ¡muchísima suerte, muchísimo ánimo a todos...! ¡Ojalá que sea la última vez que vamos al test...! ¡Y, por supuesto, ojalá que nos salga bien!

¡Ah, por cierto! Se me olvidaba: si queréis una serie de consejillos prácticos para el día del examen, no dejéis de echar un vistazo en este post del blog de Mery. Es del año pasado y recuerdo que estaba genial, como siempre.

¡Un abrazo y, si no nos escribimos antes, muchísima suerte a todos!

3 comentarios:

Luisa dijo...

Holaaa!!!

jajajja, qué gracia me ha hecho que me nombraras!!! y que ilusión!!! : )

Yo personalmente pienso seguir todos tus consejos, me parecen muy acertados y lógicos, así que a por ellos, jejeje!!!

Tú seguro que apruebas, ya lo verás, estoy convencida.

Y en cuanto al examen, a ver si te puedo llamar un día de estos, porque me gustaría quedar contigo en Barcelona para ir juntas al examen, ya que como bien dices, yo no tengo ni idea, JAJA!!! Pero vamos, todo esto si puedes y quieres, y por supuesto a la hora y en el lugar que a ti te viniera bien!!!

Un besazo wapa! Y ánimo estas tres últimas semanas!

MUAKS

Jaspe dijo...

Ayyy, ¡cuánta razón tienes en lo del día de la marmota! ¡jajaja! Bueno, me río por no llorar...;-) Porque yo también me resisto a contar los que llevo porque me entran los siete males...¡MUCHÍSIMO ÁNIMO PARA ESTOS DÍAS! ¡Un besoteee!

Anónimo dijo...

¡Hola Pichús!

La verdad es que hacer un test es una "ciencia", a mi también me da miedo este tipo de exámenes.

Veo que no soy el único paranoico, yo también me se el camino de memoria, yo en Valladolid, lo compruebo el día antes y el día del examen también voy con tiempo "no vaya a ser que corten la calle".

Leeré el post de Mery.

¡Ánimo, seguro que aprobamos!

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Durante los últimos años, OPOSITORA A JUDICATURAS (¡ojalá que por poco tiempo!). Pero en los ratos libres intento seguir siendo YO.
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