lunes, 31 de mayo de 2010

¡Lo que hay que oir!

¡Hola de nuevo!

La verdad es que no creía que fuese a volver a escribir tan pronto. De hecho, tenía mis dudas de si volvería a escribir antes del examen. Y menos para cosas poco trascendentales, ¡pero aquí estoy!

El sábado tuve la tentación de volver a escribir para contaros una cosa, una anécdota "indignante" (de esas que seguro los opositores habéis vivido más de una vez). Al final no lo hice. Y ahora no había entrado aquí con esa intención. Pero, ya que estoy, os lo cuento. Y luego publicaré lo que en realidad venía a publicar.

El caso es que, después de estudiar toda la mañana, a las dos y media hice la parada de rigor para pasear a la perra y comer. Casi nada más salir a la calle, me encontré a mi primo y nos pusimos a hablar. Mientras tanto, veo que se acerca en su coche un ex-vecino, muy pero que muy "majete". Sí. El típico cretino integral que siempre tiene algo ocurrente que decir, vamos. 

Nos hemos visto muchas veces, pero vamos, ni conoce realmente a mi familia ni me conoce a mí tampoco. Yo no sé por qué sabe que oposito (que lo sabe) y no sé siquiera si sabe a qué oposito. Nuestra relación se limita (normalmente) a cruzarnos de tarde en tarde y decirnos hola y adiós (cuando está de buen humor, porque si no le da la gana no saluda). Sin embargo,  de vez en cuando, además de saludar, entabla conversaciones en las que, de forma directa y sin ningún tipo de introducción  me pregunta cosas como cuándo voy a casarme y me advierte de que, si no me espabilo,  se me va a pasar el arroz.

El caso es que yo estaba hablando con mi primo cuando el tipo se acerca en su coche. Yo esperaba un saludo con la mano y que pasase de largo pero, cuál no sería mi sorpresa, cuando, en vez de eso, se para a nuestro lado (¿¿pero por qué??), baja la ventanilla y, sin decir ni "hola" ni esbozar una sonrisa me suelta:

"Pero bueno, ¿qué? ¿apruebas o no apruebas?" 

Yo, que soy un poco boba, por lo visto, le respondo con una sonrisa diciéndole algo así como que
"en ello estamos, dentro de poco me examino." 

Y el tío insiste: "¿Es el último examen?"

"No, es otra vez el primero", le digo manteniendo mi sonrisa forzada



Y el tío, incansable, continuó: "Pues eso es que no estudias bastante"

Y yo, continuando con mi sonrisa congelada pero haciendo ademán de terminar la conversación: "Pues eso será..."


Pero el tío sigue: "Pues estudia, porque tu padre debe estar hasta los huevos ya."

Ése fue el único momento en que fui capaz de contestarle. Y, al mismo tiempo, le econtestó también mi primo (que no había visto en su vida al impresentable y estaba alucinando). Mi primo es notario (después de siete años y pico de oposición). Y claro, respondimos lo mismo, porque era de cajón. Yo lo dije en primera persona y el en tercera persona, porque desde el momento en que empezó la conversación sabía exactamente cómo me estaba sintiendo yo:

"El que está hasta los huevos no es mi padre, sino yo"

El buen hombre aún continuó y, sin hacer ningún ademán de marcharse, me soltó: "aprueba de una vez, que estás viviendo en pecado."

A eso último ya no le contesté, porque terminó de dejarme ya totalmente alucinada.


¿¿¿Pero qué sabe este tío de mi vida???

Mi primo sí que le contestó algo, pero ni me acuerdo de qué le dijo porque yo ya había perdido el sentido de la realidad. Si hubiera tenido un pelín más de rapidez, a lo mejor le hubiera podido decir algo, aunque no sé si hubiera merecido la pena. Yo sólo estaba deseando que se largase de una vez.

En fin... A lo largo de estos laaaaaargos años he oído muchas impertinencias de las que todos los opositores veteranos habréis oído también. Igual que mi primo, claro, que en cuanto vio el rumbo que tomaba la conversación, le contestó de forma bastante más contundente que yo, aunque no había visto al tipo en su vida.

Mi novio, después, me dijo que tenía que haberle soltado cualquier bordería, lo que pasa es que es difícil hacerlo y no ponerte a su nivel. Yo, por lo menos, creo que no soy capaz. Porque, aunque durante todo el rato casi no abrí la boca y me limité a poner carita de buena y sonrisita de idiota, internamente me sentía más o menos así:


Y si hubiera abierto la boca creo que habría explotado.
Cuando se lo conté a mi hermano, se quedó indignado. "¡A ese tío hay que pararle los pies, porque se cree con derecho a decir lo que se le ocurre! Deberías haberle dicho: sí, sí, por favor, rece por mi examen, que lo tengo pronto. Rece también por mi pobre padre, que está hasta los huevos de mí. Y rece también por la salvación de mi alma, que estoy viviendo ¿¿en pecado??"

Pero yo, en este tipo de situaciones, la verdad es que me limito a sonreir, asentir y zanjar el tema cuanto antes. ¿Para qué perder tiempo en intentar explicar algo que no va a entender a alguien que no me importa en absoluto y a quien no le importo yo? Aun así, me siguen sentando mal esos comentarios, no consigo que me resbalen. Ya lo sé: ¿qué más da lo que piensen los demás? Pero, aun con tantos años de experiencia, muchas veces no consigo "pasar".

Si Dios quiere y algún día aprobamos, nadie nos preguntará cuántos años tardamos en hacerlo. Y ojalá así sea. Ojalá aprobemos, aunque sea con muuuuchos años de experiencia opositoril. De hecho (ya lo he dicho aquí otras veces) a los opositores que más admiro es a los que aprueban tras muchos años de oposición. Porque la dificultad de cada año que pasa se multiplica respecto al anterior. Esa angustia no la conoce el opositor que aprueba con tres años (aunque tenga, por supuesto, mucho mérito aprobar en poco tiempo). Y, mucho menos, el cretino de turno que no tiene otra cosa que hacer que cotillear sobre tu vida, sobre los años que llevas opositando y sobre cuándo te casarás. Y eso si tienes novio, porque si no, te acribillan por no tenerlo.

A vosotros también os pasa, ¿verdad? Y, ¿no hay personas a las que NO queréis encontraros porque sabéis que SIEMPRE van a tener comentarios ocurrentes de ese tipo?

Y, bueno, el tipo del otro día es de los "cabrones", pero luego están los "bienintencionados", que cuando les cuentas que has suspendido o te preguntan cuántos años llevas te ponen cara de pena y te dicen "oye, ¿y por qué no te presentas a una oposición más fácil?"

Cuando aprobemos, eso sí, todos empezarán a decirnos que "menuda suerte tenéis los funcionarios", "que vivís de puta madre" o "que os pasáis el día sin pegar ni golpe."

Pero bueno, eso creo que, si llego a vivirlo, ¡lo llevaré MUCHÍSIMO MEJOR! :)

 


6 comentarios:

Jaspe dijo...

Ayyyy madre, cuánto cafre suelto...Podríamos escribir un libro con las impertinencias que vamos escuchando a lo largo de estos años. Lo malo es que es muy difícil hacerse inmune, a pesar de que como tú dices la mayor parte de las veces proceden de personas que nos importan poco o nada...En fin, supongo que es una piedra más de las muchas que nos encontramos en el camino. Oidos sordos y a lo nuestro (y a los nuestros). ¡Un beso!

Anuca dijo...

Ese hermano tuyo es un tío inteligente :D
Y al ------- ese puedes decirle lo que quieras, quizás te deje un poco más tranquila. Pero por desgracia, el que es subnormal, seguirá siéndolo irremediablemente...
Tú disfruta de esos paseos geniales con tu perra y aprovecha al máximo!Mucho ánimo!!

Unknown dijo...

Yo hace tiempo que no escucho más que la voz de la gente que sé quwe me aprecia y me quiere.A éstas alturas la verdad es que aprobar no s´lo me haría ilusión por mí que también sino por mis padres que cada año van al Ts y cada vuelta es la misma cara que no saben que decirme para animarme.Aunque este año va ser más espectacular todavía porque patrece que me va acompañar mi prepa para que no me levante del exámen..
A los demás mi más sincero y sentido que les jodan! a la gente que no está para nada ni se les menciona ni se lse hace caso.He visto gente con otrso opositorse que mientras no habían aprobado era un suplicio venga machacar que si había que dejarlo,que si tu novio/a te va dejar y después de aprobar,todo parabienes,empeñados wen quedar..Dan Asco

Pichús dijo...

Sí, la verdad es que, todos tenemos historias semejantes que contar. Y, en general, al margen de los comentarios impertinentes, la cantidad de anécdotas que ocurren en nuestro mundillo darían, no para un libro, sino para una enciclopedia casi :) :)

Y sí, tenéis toda la razón los tres: oídos sordos... O, como dice Carteles17, nuestro más sincero y sentido "que les jodan". Pero sin acaloramiento... :)

Yo, sinceramente, paso mucho más de lo que pasaba antes. Y mi forma de "pasar" es no contestar. Les dejo que vivan creyendo que lo saben todo, porque si me pongo a explicarles las cosas, encima parece que me estoy justificando. Pero hay situaciones que me siguen tocando las narices... En fin, ¡paciencia! :) Y a aprobar pronto!!
besos a todos!!

Unknown dijo...

Animo y muxa suerte en el test.En nada empezamos seguro el que será nuestro último año de oposición

Pichús dijo...

¡¡¡Gracias, Carteles17!!! Yo necesito que pase de una vez... ¡Y ojalá tengas razón en lo de nuestro último año de oposición!
Por cierto, ¿tú haces el test en Madrid, verdad?
¡Un abrazo y muchísima suerte para ti también!

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Durante los últimos años, OPOSITORA A JUDICATURAS (¡ojalá que por poco tiempo!). Pero en los ratos libres intento seguir siendo YO.
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"Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el baston. ¡Pero nunca te detengas!" (Teresa de Calcuta)


"A la larga el éxito es más fácil que el fracaso. Sencillamente, consiste en saber lo que se quiere, en saber hacerlo y en tener la persistencia y la determinación de lograrlo" (B. Bailey)


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"Si piensas que puedes, tienes razón y si piensas que no puedes, también tienes razón."


"El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños" (Eleanor Roosvelt)


"El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que apuntemos demasiado alto y no demos en el blanco, sino que apuntemos demasiado bajo y acertemos" (Miguel Ángel)


"No podemos descubrir nuevos océanos a menos que tengamos el coraje suficiente para perder de vista la costa" (Anónimo)


"Los muros existen por alguna razón. Y no es para mantenernos fuera, sino para darnos la oportunidad de demostrar hasta qué punto queremos algo. Y para frenar a quienes no lo desean suficientemente." (Randy Pausch)

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