domingo, 21 de marzo de 2010

Ya es primavera


Pues sí... ¡Ya es primavera! :)

La verdad es que, de entrada, no puedo decir que me alegre porque, con todo el tiempo que he perdido en estos últimos meses, pensar que ya es primavera es pensar que el primer examen está a la vuelta de la esquina, que el tiempo vuela y que la situación actual (la mía) dista mucho de lo que, en teoría, debería ser según los planes que me hice después de mi visita por el Supremo. Por eso, durante las últimas semanas, al hacerse patente que los días van siendo más largos y que el final del invierno es inminente, me agobio un poco de pensar en lo rápido que pasa el tiempo. Y la semana que viene ya se notará una barbaridad, porque el sábado por la noche tocará cambiar la hora, cosa que a mí me suele descentrar un poco. 

Pero bueno, no pasa nada. Durante la última semana, desde que salió la convocatoria, me he propuesto pensar en positivo:

Sí, es verdad que el tiempo vuela, que a menudo no lo aprovechamos como deberíamos y que muchas veces nos proponemos metas que no llegamos a cumplir. Y sí, en parte agobia pensar que, en un abrir y cerrar de ojos, estaremos otra vez haciendo el test (algunos de nosotros por enésima vez). Sin embargo, eso no es del todo malo. Sobre todo, si tenemos en cuenta que el test nos tiene que ir fenomenal a todos, que muchos nos tomaremos algún día libre después del examen y que, cuando pase, estaremos super motivados pensando en el primer oral. Así que, aunque es verdad que los últimos meses no han cundido, los próximos tres meses tienen que cundir y VAN A CUNDIR una barbaridad.

Y, dicho eso... la llegada de la primavera se convierte en un notición, ¿no? 
Porque ver que los días alargan y que hace mejor tiempo es motivo de alegría. 
Más horas de sol, menos frío... así que, cuando salgamos de cantar todavía quedarán muchas horas de luz para ir a correr al aire libre, para dar un paseo o para lo que se nos antoje.
Además, en breve dejaremos de necesitar el abrigo y podremos volver a llevar ropa fresquita, que es algo que a siempre me hace ilusión.  
Por otra parte, no sé a vosotros, pero a mí me gusta muchísimo salir a tomar algo o a comer al sol. El año pasado me propuse (y cumplí) encontrar un momento para salir a comer al sol siempre que pudiera. Y la verdad es que me sentó muy bien. En invierno, aunque nos obliguemos a salir, no es lo mismo. De hecho, es que en general, lo que apetece es estar en algún sitio calentito. En cambio,  cuando ya han pasado los meses de frío pero todavía no hace calor amodorrante para mí es un regalo salir a comer al sol. Así que este año creo que voy a repetir.
Además, seguramente voy a seguir  en el "exilio" varias semanas más y aquí tengo la terraza para poder estudiar al aire libre, cosa que hasta ahora no ha sido posible, pero que a partir de ahora va a ser más factible cada vez. 

Todas esas cosas la verdad es que siempre me llenan de energía, me hacen sentir mejor. Supongo que a casi todos. Así que eso, unido a que hay que meterle una caña brutal al estudio hacen de la llegada de la primavera un momento perfecto. Perfecto para estudiar con más ganas que nunca y para disfrutar al máximo los momentos de descanso, que es casi tan importante como lo primero. ¡Así que a aprovecharlo! 




Por cierto... que hay otra cosa estupenda de la llegada de la primavera... sólo que no lo he dicho antes porque es un poco más personal: dos de mis hermanas nacieron con la llegada de la primavera, una el 21 y otra el 22 de marzo :) Así que, hoy a la hora de la comida, toca celebración. 
¡Muchas felicidades, pequeñas! ;)








sábado, 13 de marzo de 2010

Good News!!


¡Estoy feliz! :) Las noticias vuelan y a estas horas ya no es nuevo para nadie que hoy, por fin, ha salido la nueva convocatoria de la oposición, confirmando todos los rumores que veníamos oyendo últimamente. Y es verdad: los rumores eran de fiar, pero hasta que no está en el B.O.E., no son más que eso: rumores. Y podía haber ocurrido que sólo se confirmase alguno de los cambios previstos. O, incluso, que en el último momento, las cosas no fuesen adelante o se pospusieran a la convocatoria siguiente, o vaya usted a saber. Pero no: se han confirmado ¡todos!

Por un lado, ha habido una reducción de temario muy importante: han suprimido bastantes temas tanto del segundo como del tercer oral. No he sacado el cálculo exacto pero son más de 30 temas menos en total.

Por otro lado, los exámenes orales ya no son de 75, sino de 60 minutos. Eso, en principio, se traduce en que los temas ya no son de 15, sino de 12 minutos. Y, sí, eso puede resultar muy incómodo a la hora de adaptar el estudio de temas que ya tenemos machacados y estudiados de una forma concreta. Pero, al mismo tiempo, no deja de ser una ventaja porque supone en sí una reducción importante. Beneficia más a los nuevos, pero en realidad es bueno para todos, creo yo. ¡¡Mucho peor sería que en vez de en temas de 12 minutos los hubieran convertido en temas de 18!! Porque, a fin de cuentas, lo importante no es tanto el número de temas como la duración de cada uno de ellos: no es lo mismo estudiarse 400 temas de 10 minutos que 400 temas de 20 minutos. Y al quitarnos 3 minutos de cada tema nos quitan 1200 minutos. Es decir, es como si nos quitasen nada más y nada menos que ¡¡80 temas de 15 minutos!!

A lo anterior hay que añadir que en el examen, una vez sacadas las cinco bolitas, podremos descartar una y cambiarla por otro tema de los del mismo bloque. Eso puede tener ventajas e inconvenientes, según cómo se tome el tribunal la decisión de cambiar un tema por parte del opositor. Sin embargo, centrémonos en las ventajas: por una parte, cuando haya un tema de esos que nos hacen levantarnos de la silla, uno de esos temas que no hemos repasado desde la edad de piedra... podremos cambiarlo por otro. Por que sí, es verdad que nunca hay que ir con ningún tema en blanco, que lo ideal es llevar todos los temas al 100% pero, en la práctica no es tan fácil. Pero, si seguimos poniéndonos en el mejor de los casos, pensemos que llevamos de PM todos los temas de todas las materias y, después de sacar las bolas, nos encontramos con que todos los temas que nos han salido son temas de esos "insulsos", aburridos, doctrinales y que no nos dan la oportunidad de demostrar al tribunal lo muchísimo que sabemos y el dominio que tenemos del derecho positivo. O que nos toca un tema que casi no tiene artículos como, por ejemplo, el tema de los delitos contra el honor, pero nosotros dominamos tantísimo el Código Penal que decimos: "no, yo renuncio a este tema, a ver si hay suerte y me sale uno más interesante, como los delitos contra la propiedad intelectual o el genocidio..." (A mí no me ha pasado nunca, pero vamos, todo es posible, ¿no?) :D

A eso se une el hecho de que la reserva del segundo ejercicio ya no la tendrán sólo los que hayan sacado una nota superior a la media, sino también aquellos que hayan sacado una nota hasta un punto por debajo de la media. No guardan sin más el segundo oral a todos los que lo aprueben... pero sí a muchos de los que lo aprueben, lo cual humaniza mucho la oposición. Porque, no nos engañemos: nosotros ya estamos acostumbrados, pero no es normal tener que presentarse una y otra vez y repetir año tras año un examen que has aprobado ya en otras ocasiones, sólo porque suspendes el siguiente. En serio: nosotros porque lo tenemos más que asumido pero normal, lo que se dice normal, no es.

Igual que lo de los llamamientos: ahora, aunque no sabremos con antelación el día exacto del examen, sí sabremos en qué semana nos va a tocar. ¡¡Por finnnnn un poco de sensatez!! Porque, desde luego, si los no opositores no entienden que tengamos que repetir una y otra vez exámenes que ya hemos aprobado, menos aún que no sepamos cuándo nos vamos a examinar. Es una barbaridad. Y, por fin, han entrado en razón  ¡¡Mola!! 

En fin, no sé si me dejo cosas, pero el hecho es que estoy contenta. Por fin hay buenas noticias. Sí, son mejorables... y con lo chapucera que es esta gente, a saber cómo funciona todo en la práctica (no he hablado del tema de los cinco minutos de gracia, que ya veremos cómo los gestionan), pero el hecho es que todas las reformas apuntan a una misma dirección: parece que quieren cubrir las 400 plazas a toda costa. Y eso, aunque no lo hagan pensando en el bien del opositor, sino porque les interesa cubrirlas, el hecho es que a nosotros nos beneficia. Ésa es la mejor noticia.

Como decía mi compañera Mery en su blog, creo que esto es lo que necesitaba para recuperar el ánimo. 

¡¡Muchísima fuerza a todos, chicos!! 

A todos los veteranos: sé que los más beneficiados son los que están empezando ahora, pero esto, en definitiva, nos beneficia a todos. Mery: que éste es tu año, que sí, ¡¡¡ya lo verás!!! :) :)
Y a los que estáis empezando, os digo lo mismo: ¡¡Mucha fuerza!! Que es una buena oportunidad, que están dando facilidades. Y hacía mucho que no las daban. ¡¡Así que a por ellos!!

¡Besos a todos y feliz convocatoria!
jueves, 11 de marzo de 2010

11-M. Recuerdo

Hoy es 11 de marzo. 11-M. Día Europeo en Recuerdo de las Víctimas del Terrorismo.

Esta mañana al volver a escuchar en la radio las noticias tal como fueron ocurriendo aquel día, hace seis años, se me volvía a encoger el corazón. En España el 11 de marzo de 2004 quedó grabado en nuestra memoria para siempre. Supongo que todos recordamos dónde estábamos, qué hacíamos, qué pensábamos al saber que había habido un atentado y que el número de muertos aumentaba por minutos.


Vimos imágenes dantescas que en aquel momento nos impresionaban, nos hacían daño. Pero durante los años siguientes, hemos visto muchas otras veces esas mismas imágenes. Tantas que llega un momento en que ya no nos remueven por dentro, como aquella mañana. Sin embargo, el dolor, la muerte, la tristeza infinita de las víctimas, siguen siendo las mismas. No podemos olvidarlo. No podemos dejar que desaparezca el recuerdo de todos los que viajaban en los trenes aquella mañana. De los que murieron, de los que sobrevivieron a la masacre y de quienes perdieron a sus seres queridos de la noche a la mañana. Aquella mañana en que todo Madrid se lanzó a la calle, tratando de ayudar en lo posible a las víctimas, y España entera, aunque fuera sólo por un momento, se vió unida por la tristeza, por la rabia y por la compasión hacia todos los que iban en aquellos trenes y hacia sus seres queridos.

    
    
El 11 de marzo fue, indiscutiblemente, un día de trascendencia política para España. Un tema utilizado por todos hasta la saciedad y enterrado después. Pero, sobre todo, fue el día en que se asesinó a casi doscientas personas. Fue el día en que casi doscientas familias se vieron salvajemente golpeadas. Un día en el que casi dos mil personas sufrieron heridas físicas y muchos miles más heridas psicológicas tan graves que, probablemente, no podrán superarlas nunca. Y también fue el día en que todos nos vimos conmovidos por su dolor. No puedo ni imaginarme cómo se sentirían aquel día, cómo habrán sufrido desde entonces ni cómo se sentirán, un año más, el 11 de marzo, al recordar lo que pasó aquel día.

No podemos olvidar lo que ocurrió el 11 de marzo de 2004 porque olvidarlo sería lo mismo que olvidarlos a ellos.

martes, 9 de marzo de 2010

¿Fiesta?

             
               Como muchos sabréis, la semana que viene empiezan las Fallas en Valencia.

               Desde que tengo uso de razón me han encantado las Fallas, el ambientillo, el olor a pólvora, las bandas de música recorriendo las calles durante todo el día, las flores, la fiesta por la noche, los castillos de fuegos artificiales, el chocolate con buñuelos, la mascletà... 
Pero probablemente la mascletà sea una de las cosas que más me gusta de las Fallas. Quienes no seais de Valencia a lo mejor no sabéis exactamente lo que es una mascletà. Y, en realidad, todos los que no lo hayais visto en vivo y en directo, dificilmente podéis haceros una idea de qué es verdaderamente, aunque la hayáis visto por televisión o aunque os lo hayan contado con pelos y señales. De todos modos, os explico: la mascletà es un espectáculo pirotécnico con petardos de mucha potencia que, a diferencia de los castillos de fuegos artificiales, no se hace de noche, sino de día. Porque la mascletà no es un espectáculo de luz y de color, sino más bien de ritmo. Sí, sí, de ritmo. No de ruido, sino de música y ritmo. No se trata sin más de una serie de petardos muy fuertes que te dejan sordo, si no, todas las mascletaes serían iguales. Y no lo son, ni mucho menos. La mascletà es como un concierto de pólvora (unos 150 kilos de pólvora cada día) en el que el ritmo de explosiones y silbidos está perfectamente calculado, combinándose en un crescendo espectacular que termina con un terremoto ensordecedor y apoteósico. Hay veces que resulta incluso emocionante.

              La mascletà como tal dura poco: unos cinco minutos. Sin embargo, el ambiente se respira desde mucho antes porque la mascletà la disparan a las dos en punto en la Plaza del Ayuntamiento, lo cual supone que el tráfico de la plaza y de las calles de alrededor se corta desde la una más o menos. Además, a la mascletà va mucha gente. Sobre todo en fin de semana y durante los días de Fallas (del 15 al 19 de marzo), pero también de lunes a viernes. Porque, por si no lo sabíais, aunque las Fallas empiezan el día 15, durante todo el mes de marzo hay mascletá cada día a las dos de la tarde. Los días de fiesta, la gente va con más calma y ves cómo los grupos de amigos quedan con antelación para tomar una cerveza o para comer después con tranquilidad. Pero, también entre semana, aunque sea con menos tiempo, todo el que puede desconecta diez minutos, acude a la plaza a ver la mascletà y luego continúa con el ritmo normal. 
            Otra cosa que me gusta de la mascletà es que hay siempre un público de lo más variopinto: niños, jóvenes, críos que acuden al salir del instituto, personas mayores, pijos, macarrillas, hippies... ¡de todo! Yo misma, desde que iba al colegio, intentaba ir todos los días a ver la mascletà, aunque tuviera que saltarme la última clase de la mañana para llegar a tiempo. Y hoy seguiría haciéndolo si pudiera.

            No sé exactamente cuántos miles de personas van a la mascletà en un día de fiesta, pero mirad las fotos:

                       

Esta es la imagen de la plaza y de una de las calles llenas de gente antes de empezar la mascletà. El resto de las calles de alrededor están exactamente igual que ésta. ¿Qué os parece? 
Ésta otra es de la calle de enfrente: 


              Las fallas son unas fiestas muy alegres y siempre me ha dado "subidón" al acercarse marzo porque eso significa que, por fin, llegan las Fallas. Sin embargo, desde que oposito, la llegada de marzo y de las Fallas se ve desde una perspectiva muy distinta porque, si por algo se caracterizan las Fallas, es porque son una fiesta que se desarrolla en la calle. Además, no en una calle o una zona localizada, sino que el ambiente fallero se respira casi por toda la ciudad. Y no sólo los días estrictamente de Fallas, que son del 15 al 19 de marzo, sino también durante las semanas anteriores. Sobre todo, los fines de semana, en que estudiar puede resultar cada vez más difícil hasta convertirse en misión imposible una vez empieza "la semana fallera". Y tienes muchos números para terminar mandando el estudio a hacer puñetas  y unirte a la fiesta o para terminar con los nervios destrozados tratando de estudiar entre petardos, música y verbenas nocturnas que no te dejan dormir. Es igual o peor que Navidad. Y, como comprenderéis, ahora que estoy empezando a centrarme, no me conviene una cosa ni la otra, así que he decidido, como otras veces, "emigrar". Y aquí estoy desde el fin de semana, alejada del mundanal ruido durante los próximos días:


             La verdad es que no me puedo quejar: es una suerte poder exiliarse en un sitio como éste, aunque sea para estudiar. Evidentemente, lo que más me apetecería sería tener tiempo para disfrutar de la fiesta. Pero, como eso no puede ser, he decidido poner tierra de por medio y no ponerme los dientes largos ni romperme los nervios intentando rendir sin resultado. 
Además, este año no he visto ninguna mascletà porque no quiero "engancharme"... porque si voy a una, tendré ganas de ir a otra... Eso sí: si consigo que me cundan estos días, el jueves de la semana que viene iré al último castillo de fuegos artificiales (la nit del foc) y me cogeré como día libre el viernes en vez del sábado para poder ver la mascletà del día de San José, dar una vuelta y disfrutar del último día de Fallas. Así, por muy bien que me lo pase, como será el final de la fiesta, no podré engancharme a más y tendré que volver a esperar hasta que llegue marzo del año que viene. Pero, entre tanto, a ver si cunde el estudio y ya os iré contando qué tal.

       ¡Que tengáis una buena semana! Y, quienes podáis disfrutar de las Fallas, no dejéis de hacerlo... :)


Quién escribe

Mi foto
Pichús
Durante los últimos años, OPOSITORA A JUDICATURAS (¡ojalá que por poco tiempo!). Pero en los ratos libres intento seguir siendo YO.
Ver todo mi perfil

"Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el baston. ¡Pero nunca te detengas!" (Teresa de Calcuta)


"A la larga el éxito es más fácil que el fracaso. Sencillamente, consiste en saber lo que se quiere, en saber hacerlo y en tener la persistencia y la determinación de lograrlo" (B. Bailey)


"Si puedes soñarlo, puedes hacerlo" (Walt Disney)


"Si piensas que puedes, tienes razón y si piensas que no puedes, también tienes razón."


"El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños" (Eleanor Roosvelt)


"El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que apuntemos demasiado alto y no demos en el blanco, sino que apuntemos demasiado bajo y acertemos" (Miguel Ángel)


"No podemos descubrir nuevos océanos a menos que tengamos el coraje suficiente para perder de vista la costa" (Anónimo)


"Los muros existen por alguna razón. Y no es para mantenernos fuera, sino para darnos la oportunidad de demostrar hasta qué punto queremos algo. Y para frenar a quienes no lo desean suficientemente." (Randy Pausch)

¿Alguien me lee?

Quiénes vienen por aquí